lunes, 7 de diciembre de 2009

Gastronomia durante el siglo XIX



Los métodos y usos culinarios van a sufrir una nueva revisión con la irrupción durante las últimas décadas del siglo XIX de otra figura de la gastronomía gala, el chef Georges Auguste Escoffier. Durante su paso al mando de las cocinas de los restaurantes de algunos de los hoteles más prestigiosos del continente (como el Savoy o el Carlton de Londres, el Grand Hôtel de Montecarlo o los Ritz de París y Nueva York), Escoffier crea un sistema de división del trabajo en equipos llamados brigades de cuisine. De esta forma cada plato, en vez de ser preparado íntegramente por un único cocinero, lo es por un grupo de ellos donde cada uno se encarga únicamente de la parte en la que está especializado.[

vida cotidiana durante el sigo XIX



Como contraste al proletariado industrial, se fortaleció el poder económico y social de los grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema económico capitalista, caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la regularización de los precios por el mercado, de acuerdo por la oferta y la demanda

En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y su situación de privilegio social se basó fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o la sangre. Avalados por una doctrina que defendía la libertad económica (liberalismo económico), los empresarios obtenían grandes riquezas, no sólo vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos precios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros.

Filosofía durante el impresionismo



1.Positivismo

Ya propiamente en el siglo XIX se gesta lo que comúnmente se conoce como el hijo del empirismo: El Positivismo, fincado en el discurso de Comte, quien fuese alumno de Saint – Simon, cuya influencia haría que en un principio, lo que después se llamaría sociología, se llamara física social, sólo que como otro autor publicó un libro con el mismo nombre, Comte, mediante un hibridismo, se decidió por sociología.

Lo más importante es la ciencia experimental. Tengo que experimentar para aprender, todos los entes van a quedar fuera porque no puedo experimentarlo, por lo cual no existen. Los sentidos si existen. Con el positivismo la artificial división entre ciencia y filosofía es borrada, sólo que equivocadamente. Se pretende ver a la filosofía como ciencia de ciencias, eliminado a la metafísica. Lo que evolucionará en la pretendida filosofía del lenguaje de la filosofía analítica. Con Comte la sociología está cargada de una filosofía de la historia (el progreso) y de una filosofía política (conservadurismo): el progreso dentro del orden.


1.Evolucionismo

Esta corriente fue propugnada por Charles Darwin y es por eso que recibe el nombre de darwinismo. Ésta contempla que en el desarrollo de la vida y de la historia de las especies sólo continúan los más fuertes, debido principalmente a mutaciones que se producen en sus genes, que permiten que esa especie se pueda adaptar mejor al medio. Caracteres que son heredables, puesto que se transmiten de una generación a otra. Es importante resaltar que en esta carrera por la vida y por la perduración de la especie, no se realizan lazos de solidaridad y de consideración, al contrario. La supervivencia del más apto es la clave de esta teoría.

Esta corriente fue muy usada en la antropología de mediados del siglo XIX e influyó muchísimo en la filosofía positivista. Es de hacer notar, que también fue utilizada como herramienta colonizadora, cuando precisamente empezaba a gestarse la cuarta fase del Capitalismo (Finales del siglo XIX comienzos del XX) y que se conoce como Imperialismo. Si tengo que pasar por en cima de otros, paso (esto también lo dice Nietzsche). Las colonias lo verán bien porque yo soy mejor y puedo dominar otras culturas. En el plano filosófico esta corriente considera que la vida no tienen ningún por qué, al contrario del vitalismo, como se verá en el punto 6. Para el darwinismo el individuo nace, se reproduce y muere. Sin mayor explicación que a la que esa simple premisa se remite.

Descripción de la novela



La novela comienza presentando a Frédéric Moreau, un joven bachiller que alimenta ambiciones artísticas y mundanas pero que es incapaz de realizarlas. En el barco que le lleva a casa, vive el encuentro capital de su vida amorosa en la persona de Madame Arnoux, casada con un astuto hombre de negocios. Sin embargo, el choque amoroso no se materializa porque, además de tímido, Frédéric Moreau es tan voluble que resulta incapaz de forjar su destino. Los acontecimientos decidirán en su lugar: a la falta de respuesta de Madame Arnoux encuentra alivio con una cortesana, Rosanette, y una rica burguesa que podría convertirle en “alguien”, Madame Dambreuse. Siempre indeciso, el héroe ve cómo se alejan sus ilusiones una y otra vez. En una especie de epílogo patético, confiesa su amargura a su amigo Deslauriers.

Biografía del autor


Escritor francés. Hijo de un médico, la precoz pasión de Gustave Flaubert por la literatura queda patente en la pequeña revista literaria Colibrí, que redactaba íntegramente, y en la que de una manera un tanto difusa pero sorprendente se reconocen los temas que desarrollaría el escritor adulto.

Estudió derecho en París, donde conoció a Maxime du Camp, cuya amistad conservó toda la vida, y junto al que realizó un viaje a pie por las regiones de Turena, Bretaña y Normandía. A este viaje siguió otro, más importante (1849-1851), a Egipto, Asia Menor, Turquía, Grecia e Italia, cuyos recuerdos le servirían más adelante para su novela Salambó.

Excepto durante sus viajes, Gustave Flaubert pasó toda su vida en su propiedad de Croisset, entregado a su labor de escritor. Entre 1847 y 1856 mantuvo una relación inestable pero apasionada con la poetisa Louise Colet, aunque su gran amor fue sin duda Elisa Schlésinger, quien le inspiró el personaje de Marie Arnoux de La educación sentimental y que nunca llegó a ser su amante.

Impresionismo

Movimiento literario nacido en Francia en la segunda mitad del siglo XIX. Corresponde al impresionismo pictórico inaugurado por Manet en 1863. El impresionismo surgió como una reacción contra el realismo y se propuso en el terreno literario, lo mismo que en la pintura, registrar primariamente las sensaciones, restaurando al mismo tiempo una nueva era imaginativo.